El vocal de la SEEGG en Murcia, premiado por la defensa de la enfermería geriátrica y la denuncia de la situación de las residencias en la pandemia
El vocal de la SEEGG en Murcia, Carmelo Gómez, ha sido reconocido como “Colegiado de Honor de 2021” por el Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de la Región de Murcia. En el día de ayer, tuvo lugar la ceremonia de entrega de dicha medalla y la certificación a modo de diploma oficial en la sede colegial. El motivo esgrimido por el Colegio de Enfermería de la Región de Murcia para reconocer a Carmelo Gómez es “por su colaboración permanente con la institución colegial, su actividad en defensa de la enfermería geriátrica y por su presencia en la pandemia denunciando la situación de las residencias”.
La SEEGG quiere dar la enhorabuena a su vocal en Murcia, quien siente “una enorme satisfacción, aunque también siento cierto sentimiento de tristeza. No puedo evitar recordar que este homenaje es fruto de lo acaecido durante meses muy duros en los que murieron muchas personas mayores. Este premio es solo una meta volante de un recorrido que sabemos será todavía muy largo. La enfermería geriátrica ha estado siempre aquí; la pandemia no se ha inventado esta especialidad. Siempre ha estado, pero no siempre las autoridades sanitarias le han hecho el caso ni le han dado la relevancia que debería tener. No es admisible que mientras otras especialidades han encontrado ya su lugar en el espacio asistencial, la especialidad de enfermería geriátrica todavía esté esperando a que nos lo faciliten.
Esta es una tarea que deberemos luchar. Tenemos que asumirlo y cuanto antes mejor. En la Región de Murcia la situación raya lo rocambolesco. en nuestra comunidad autónoma ni siquiera hay unidad docente multidisciplinar, lo cual dificulta enormemente la creación de plazas específicas. Es irónico que las proyecciones demográficas estén orientadas a un incremento sustancial de personas mayores y que la especialidad de enfermería geriátrica no se haya promocionado como merece.
Un punto importantísimo a reivindicar es la actualización de los convenios sectoriales en los cuales actualmente la enfermera no ve reflejada ni el grado de responsabilidad que asume ni una retribución acorde a esta responsabilidad. Se debe actuar ya mismo para que dichos convenios reconozcan la importancia de la presencia de enfermeras como líderes de los cuidados, en centros que las mismas patronales han ido calificando durante la pandemia como lugares de cuidado”, explica Carmelo Gómez.
¿Cómo valora Carmelo Gómez la incidencia de la pandemia en las residencias? “Fue duro por sí mismo. No estábamos preparados para hacer frente a un problema de salud que afectaba a todas las personas por igual, pero al mismo tiempo letalidad era exponencialmente superior en el caso de los mayores. A eso se sumó el efecto llamada de la sanidad pública que provocó la disminución sustancial de las plantillas de enfermeras en muy poco espacio de tiempo. No teníamos los mismos medios que en los recursos materiales que en el hospital o en los centros de salud. El miedo fue la emoción predominante. Pero a pesar de ello, en medio de tanta desolación la enfermería enseñó a la sociedad su verdadera cara, la del cuidado, la del acompañamiento, la del consuelo. Cuantas lágrimas compartimos los compañeros, pero también cuantas sonrisas por la sensación del deber cumplido”, argumenta el recién distinguido.
Dedicatoria
Ante tal reconocimiento, Carmelo Gómez lo tiene muy claro: “Se lo dedico a los miles de personas mayores que viven en las residencias. Ellas, y solo ellas, son las que más nos han apoyado durante la pandemia. Solo por los mayores ha merecido la pena tanto sufrimiento. Jamás los íbamos a dejarles abandonados a su suerte. Es imposible ser enfermera geriátrica y dejar a una persona mayor sin atender; va en contra de cualquier principio ético y moral”, argumenta.