ENFERMERAS: ESENCIALES EN LA PANDEMIA, DISCRIMINADAS POR LA ADMINISTRACIÓN
Porque salvamos vidas cada día, firma para que no seamos marginadas en la escala profesional. Nivel A1 para todos. ¡Ya!
Esta es la campaña que promueve la Organización Colegial de Enfermería de España y a la que se suma y adhiere la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica Gerontológica (SEEGG).
Enfermeras, abogados, biólogos, psicólogos, físicos, periodistas o economistas tienen en común haber estudiado un grado universitario de 240 créditos. El trabajo de todos ellos es fundamental para la sociedad.
Todos estos profesionales pertenecen al nivel A1 de la Administración Pública, salvo las enfermeras, que son discriminadas diariamente a pesar de tener la máxima responsabilidad en Sanidad: la vida de los pacientes.
5 razones para revertir una injusticia histórica
1) ¿Qué son el grupo A1 y el grupo A2?
La Administración Pública integra los puestos que requieren un título universitario en el Grupo A y este, a su vez, se divide en los subgrupos A1 y A2:
• Médicos, farmacéuticos, psicólogos y biólogos que trabajan en hospitales y centros de
salud de la Sanidad Pública están integrados en el subgrupo A1.
Pero también otras titulaciones como economistas, licenciados en Derecho o periodistas
que trabajan en contabilidad, en asesoría jurídica o en el gabinete de prensa de un
hospital están integrados en el subgrupo A1.
• Las enfermeras, pese a tener un título universitario idéntico a todos los anteriores
profesionales, son incluidas en el subgrupo A2 de la función pública.
2) ¿Qué justificación se esgrime para incluir profesionales en el grupo A1 o A2?
La justificación que se da a la hora de pertenecer a uno u otro subgrupo, A1 o A2, depende
de la responsabilidad que adquieren los profesionales en sus puestos de trabajo. Este
argumento refuerza las razones para que las enfermeras sean incluidas en el subgrupo A1
de forma inmediata.
En cuanto a la responsabilidad que desempeñan las enfermeras, no puede ser mayor: en
sus manos está la vida de sus pacientes. Los cuidados, la prevención de complicaciones y la
administración de medicamentos son esenciales para su supervivencia y mejora.
¿Qué mayor responsabilidad hay? ¿De verdad tienen más responsabilidad que las enfermeras los economistas y contables del hospital, los abogados de la asesoría o los periodistas del gabinete de prensa?
3) Una gran injustica hacia una profesión que tiene en sus manos la vida de personas
Las enfermeras, desde 2008, tienen un título universitario idéntico al de los profesionales
que conforman el grupo A1 y es uno de los profesionales con mayor responsabilidad de
todo el hospital porque en sus manos esta la vida de los pacientes.• Hoy en día, una enfermera estudia las mismas horas y obtiene los mismos créditos
universitarios que otros licenciados que conforman el Grupo A1 como psicólogos,
economistas o biólogos. Sin embargo, cuando se incorpora a la Administración Pública se
le adjudica el Grupo A2 en vez del A1.
• En cuanto a la responsabilidad que desempeñan las enfermeras, no puede ser mayor: en
sus manos está la vida de sus pacientes.
Además, se da la paradoja de que un psicólogo, un periodista o un economista con una carrera
universitaria idéntica a la de Enfermería puede ser gerente de un hospital, pero una enfermera
no.
4) Una Administración Pública anacrónica que da la espalda a la realidad y discrimina a las
enfermeras
El problema es que la Administración Pública se ha quedado anclada en el pasado, no ha
adaptado su organización interna a la realidad actual. Porque las enfermeras, hasta 2008,
tenían un título de diplomado universitario, una situación que ya de por sí era muy injusta
porque el número de horas totales que pasaban en la universidad en tres años, sumando
clases y prácticas, superaba al de muchos licenciados en cuatro como es el caso de Derecho,
por ejemplo.
Han pasado ya casi 15 años y, mientras que la sociedad reconoce la excelencia y
profesionalidad de las enfermeras, la Administración Pública vive a espaldas de la realidad y
las considera profesionales de segunda. Esta situación supone:
1. Un anacronismo administrativo (situación obsoleta que ha quedado fuera de la realidad).
2. Una injusticia con una profesión que se merece reconocimiento y apoyo.
3. Una discriminación imposible de entender.
5) 15 años de injustica con una profesión que ha conseguido los aplausos de la población
y tiene en sus manos la vida de los pacientes
Las enfermeras llevan casi 15 años soportando esta gran injusticia y ha llegado el momento
de movilizar a una sociedad que tanto las aprecia para poner fin a esta situación.
Estos son los tres avales fundamentales de la profesión enfermera que justifican este objetivo:
1. El aval formativo.
2. El aval profesional, por su respuesta y capacidad.
3. El aval social. La sociedad pide el reconocimiento retributivo.
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