Este fin de semana en residencias de toda España se ha iniciado por fin la vacunación de la Covid.
Como personal sanitario creo que todas las enfermeras vivimos este día con emoción tanto las que administran las vacunas como las que las van recibiendo. Y con esa primera dosis disminuye un poco nuestra ansiedad y nuestro miedo por el contagio de esta nueva enfermedad que se ha llevado a tantas personas.
Es el mejor regalo de papá Noel o el gordo de la lotería.
Doble emoción en las residencias cuando se las puedes poner a estas personas mayores que han vivido doblemente subyugadas, por un lado por el miedo que teníamos todos, por otro porque a las personas mayores se les hacía más difícil la recuperación y sobre todo las personas que más han muerto son aquellas ingresadas en residencias, miedo a la muerte.
A este cóctel hay que añadirle el aislamiento y soledad vividos. Lo hemos sufrido todos, hay personas adultas que no se han visto con otras desde hace casi un año, a veces solo videollamadas. Pero las personas de las residencias han sido asiladas por dentro y por fuera. Piden a gritos poder tocarnos, poderse tocar entre ellos, abrazarnos, sentir humanidad.
Por ello, cuando reciben las vacunas se sienten emocionados siendo pioneros en el camino a la “salvación“. la esperanza viene en forma de pinchazo!
Desde la SEEGG queremos felicitar a todos, vacunarnos por aquellos que no han podido, y seguid luchando por la calidad de vida de las personas mayores y en especial las más vulnerables como aquellas que viven en residencias.
PD: abrazos virtuales:)