El caso fue denunciado con alarmismo por Margarita Robles en televisión y la SEEGG reclama una rectificación por parte del Gobierno
La Fiscalía General ha dado por finalizada la investigación abierta tras denunciar en televisión la propia ministra de Defensa, Margarita Robles, la existencia de ancianos, algunos de ellos enfermos, residiendo en situaciones extremas y malas condiciones de salubridad, así como residentes fallecidos. La fiscal general Dolores Delgado encomendó abrir unas diligencias y decidió abrir una investigación a fin de determinar la gravedad de los hechos y su posible relevancia penal. No obstante, tras realizar las pesquisas pertinentes, ha decaído el objeto y, por tanto, no se va a judicializar ninguna investigación. Delgado mantiene la orden a las fiscalías territoriales para que sigan vigilantes por si se puede dar negligencias en estos lugares a raíz de la pandemia por coronavirus.
La SEEGG ya se posicionó ante estas manifestaciones alarmantes de la ministra Margarita Robles, advirtiendo tanto de la saturación los servicios de funerarios colapsados (en Madrid hay varias morgues habilitadas) como del protocolo de manejo de los cadáveres por esta infección (se han de quedar en su cama y no deben ser trasladados a otra estancia de la residencia). La SEEGG valora positivamente este archivo.
Sin rectificación ni matización
Desde la SEEGG lamentamos que ni la ministra ni ningún miembro del Gobierno de España haya matizado aún esas palabras, ni tan siquiera después del archivo por parte de la Fiscalía General del Estado ante esta denuncia. Tampoco ninguna rectificación.
La SEEGG quiere recordar al Gobierno que las Residencias de Mayores son un sector que ha ido asumiendo unas necesidades sanitarias que han ido incrementándose desde la aplicación de la Ley de la Dependencia, sin que por ello se le asignara más recursos y que en muchas Comunidades Autónomas no tienen reconocida esta carga sanitaria; de hecho, se consideran como un recurso únicamente social.
Por otro lado, insistimos en que las declaraciones de la ministra de Defensa estigmatizan a un sector ya de por sí muy menospreciado tanto a nivel social como a nivel profesional. La prueba de ello es que una enfermera que trabaja en una residencia tiene un sueldo inferior que aquella que trabaja en un hospital.
También animamos al Gobierno a incrementar el número de inspecciones para demostrar que es un sector que en su mayoría realiza cuidados de calidad y, a las fiscalías territoriales, a seguir vigilantes.
La prioridad de la SEEGG es proteger a todas las personas que trabajan y viven en residencias. Ante la alta mortalidad del Covid-19 en personas mayores, pedimos dotación de material de protección para todas las residencias y centros sociosanitarios, así como si es necesario el apoyo de enfermeras y otros profesionales. Agradecemos enormemente la labor que realiza en este sentido la UME en nuestro sector.